jueves, 31 de marzo de 2011

Que voy de culo sin tus sonrisas diarias. Que perdí la alegría en el momento exacto en el que todo se fue a la mierda. Joder, que di todo lo que tenía por ti y ni siquiera te diste cuenta. Como me gustaría poder decirte todo lo que siento y que segundos más tarde no te hubiera perdido. Me he tragado tus insultos como puñaladas; he puesto sonrisas donde verdaderamente había lágrimas; hice lo imposible por verte feliz. Ahora me toca vivir a mí. Que no me echas, me marcho yo. Y no te guardo rencor porque en el fondo eres todo por lo que arrancaré una sonrisa de mis adentros cuando sea preciso. Y lo único que deseo, es que si algún día de tus labios sale un te quiero, de los míos no salga un yo no, ya no.

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