domingo, 11 de septiembre de 2011

Acurrucados en mi cama como siempre hacíamos a expensas de los demás. Sofocando risas en el pecho, me tragué la cobardía y susurré:
-¿Crees que estaría mal si me enamorase de ti?
Nunca contestaste, nunca hubo respuesta excepto las miles de millones que mi mente llegó a inventar.
Tal vez no podías decirme que me amabas porque te quedaban pocos días de vida. Tal vez no podías porque me romperías el corazón. Tal vez porque mañana te marcharías a un lugar a cientos de miles de kilómetros de aquí. Tal vez..
Pero no. La respuesta era mucho más sencilla que todo eso.
Estaba mal, tú no me querías. Y yo me metí en un mundo del que aún ahora lucho por escapar. Tu mundo. Mi mundo. Nuestro mundo.
A ti te faltó el valor para querer, y a mí me faltó para luchar.

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